lunes, 7 de enero de 2019

CARTA DE PADRE AL HIJO QUE PARTE...




CARTA DE PADRE A HIJO



Cuando leas estas letras te encontrarás ya por tierras muy lejanas.

Te recuerdo ahora como “El violinista sobre el tejado” frente a ese Moncayo que tanto he fotografiado, que tanto hemos disfrutado y que incluso he sobrevolado con mi parapente. Ese Moncayo que cuando he tenido ocasión lo he puesto como telón de fondo en muchas de las casas que he tenido la suerte de proyectar en Corella. Ese Moncayo ante el que hemos tomado una cerveza fresca en verano y que nos ha dado tantos amaneceres y ocasos espectaculares.

Ahí, sobre el tejado, pareces estar pensando, meditando el tomar la decisión de volar (espero que temporalmente) a tierras muy lejanas. Tan lejanas que sólo los astronautas te pueden superar.

Te faltaba oxigeno para respirar, a pesar de los sanos aires del Moncayo y de nuestro “Cierzo”. A muchos nos oxigenan,  a ti no.

Pero haces bien, en esta vida y con los años, vas aprendiendo que los mayores arrepentimientos vienen más de las cosas que dejaste de hacer, que de las que hiciste aunque pareciesen fracasos.

A mis años “que ya van sumando", he tenido la suerte de cumplir casi todo mis sueños. He tenido los mejores padres, tengo la mejor familia, los mejores hijos y  la mejor compañera de viaje. He estudiado lo que me gustaba, arquitectura, y he tenido la suerte de poder vivir de ella. He volado como los pájaros, que ha sido mi gran sueño y mi gran pasión. Te deseo que por lo menos tengas la misma suerte que yo.


Ya sabes que soy de pocos consejos, pero espero que los años que has vivido con tu familia te sirvan siempre de faro en las noches de mar agitada y en especial en las de mar gruesa, que las habrá. En estas últimas, no te dejes llevar por los cantos de sirenas cerca de los acantilados, y espero que como “Ulises” sepas evitar su influjo y no te dejes llevar por sus cánticos dulces pero engañosos.

En fin, como me dijo tu abuelo cuando me fui a estudiar fuera: “Mucho cuidado con todo”. Ese fue su único consejo, que me lo siguió repitiendo entrado ya en años.

Recuerda que “Todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada”. Y continuando con el testamento de García Márquez, “Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que te marque el corazón”. Para lo primero, tienes el don de la palabra y la facilidad de escribir que heredaste  de tu abuelo. Para lo segundo, espero que te sirvan de algo los años que has vivido en familia.

“Acuérdate de demostrar a tus amigos y seres queridos cuánto te importan, porque de poco sirven los nobles pensamientos si no tienes la sabiduría para expresarlos”(G.G.M.). Pero tú tienes la suerte de tener esa sabiduría, sólo la tienes que poner en práctica.....ji, ji, ji

Y para terminar y teniendo en cuenta que siempre te gustó el pensamiento filosófico, recuerda las palabras de Sócrates:

“Guíate por tus sentimientos usando la razón para poner límites a lo ilógico, haz aquello que te haga feliz, pero acuérdate que como seres humanos que somos tenemos limitaciones, pero no pares hasta llegar a estas”.

Y recuerda las letras que llevas tatuadas en tu antebrazo:

NEVER STOP BELIEVING IN YOUR SELF


¡BUEN SALTO!

(Letras de tu padre para tu larga travesía)

¡Que te vaya bonito!









HASTA LUEGO, PACHO.

RECORDANDO A UN AMIGO



"Volverán las tupidas madreselvas

de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas mojadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas...¡No volverán!". 
(G.A.B)





Aquellos cafés por las mañanas
al salir a trabajar,
las visitas a las obras, las javieradas...
Las caladas al habanos,
tu sonrisa, tu silencio, tu mirada,
esos, simplemente ¡No volverán!,



Al igual que Ladis, compañero en el camino,
nos has dejado pronto. ¡Demasiado pronto!
Aunque si por nosotros fuera,
nunca sería momento.

Casi no hubo tiempo de despedidas.
Nos dejaste con un hasta luego 
que vemos que llega pronto.
Ya ha pasado un año, como un segundo,
como un abrir y cerrar de ojos.
Pero tu sonrisa, tus silencios, 
tu discreción, tus gestos,
tus "Pelillos a la mar",
esos...¡No pasarán!.


Nunca hay muerte cuando no hay olvido
y a ti no te olvidaremos.
¡Tu eres mucho PACHO!.
Seguirás viviendo en cada uno de nosotros,
en tu Paloma, en tus hijos, en tu familia,
en tu peña, tu cofradía,
en tus amigos. 
Las personas como tu dejáis huella profunda
difícil de borrar.
Quizás en esto consista
llegar a ser inmortal.


HASTA LUEGO, PACHO,