viernes, 6 de abril de 2012

AL CORELLANO DEL AÑO 2003


                             Foto de Ester

DEDICADO A D. AGUSTÍN FERNÁNDEZ VIRTO : CORELLANO ILUSTRE.
Queridos amigos, creo que ya sois tres o cuatro mis seguidores incondicionales, y para premiar vuestra lealtad voy a haceros partícipes de algo para mí muy querido.
Para los que seáis de Corella, no es necesario que os presente a mi padre, corellano querido y apreciado por todos vosotros.
Este mes se va a cumplir ya el sexto año desde que nos dejó, aunque en Corella se le sigua recordando con cariño.
Bueno, digo Corella, pero lo recuerdan en muchos sitios más de Navarra, de fuera de Navarra e incluso fuera de nuestras fronteras. Porque aunque fue un enamorado de su pueblo, también lo fue del arte, de la historia y de la investigación. Con una memoria envidiable y unos conocimientos tan amplios y variados que me hacían pensar en él como en un hombre del renacimiento, todo ello mezclado siempre con una buena dosis de humor y un espíritu de servicio  siempre altruista, hacían de él una persona con la que se conectaba fácilmente.
Muchos de vosotros ya conocéis algunos de los trabajos que escribió y publicó en relación a Corella, y el arte local. Pero hay otros muchos aspectos que no llegasteis a conocer y de los que quiero haceros partícipes.
Para la familia encuadernó un libro que tituló “POESÍA Y PROSA VARIA”. Espero que os guste la selección que os pueda ir preparando. La primera entrega se titula “NOSCE TE IPSUN”, coincide con el prólogo del libro y constituye su autorretrato, acompañado de una caricatura de su amigo Troya.
P.D. Os escaneo el escrito, ya que para mi tiene mucho atractivo el original de la vieja máquina de escribir que le acompañó toda su vida, hasta los últimos días de sus 92 años vividos intensa y apasionadamente.
Se me olvidaba, este autorretrato lo escribió durante la guerra civil, en su paso por  la cárcel de Gandía (Valencia) donde permaneció 18 meses hasta que terminó la guerra. Había terminado bachiller en maristas de Pamplona y por aquella época se encontraba en Madrid estudiando caminos, que por las circunstancias del momento ya no terminaría. Nunca se recreó hablando de esta época, pero curiosamente, la mayoría de sus escritos en la celda iban casi siempre acompañados de buen humor.
Os lo adjunto en la pestaña de CORELLA.