"CASA DE LAS CADENAS". ¿Cual es el origen de su nombre?

Aprovecho estos momentos de rumores sobre la "Casa de las Cadenas", para daros a conocer o recordaros cual es el origen de su nombre.

Todo pasa y todo queda,

pero lo nuestro es pasar...

Me imagino que todos recordáis estos versos de Antonio Machado en los que reflexiona sobre el pasar fugaz de la vida; cómo algunas cosas sí permanecen más en el tiempo, pero la vida simplemente se acaba.

Me alegro que a estas alturas, pasados ya ocho años desde que murió mi padre, pasadas ya muchas décadas desde que nació en esta casa, pasados ya algún siglo que otro desde que nuestro antepasado Agustín de Sesma y Sierra ofreciese a la familia real su casa recién construida para reposo de la Reina, me alegro profundamente al pensar que una vez concluido su camino sobre el mar (como dice el poeta), mi padre, esté ya por encima de estas pequeñeces mundanas y estos avatares de las vida.

Resulta triste pensar que la casa de nuestros antepasados que conserva tras sus muros tantos recuerdos y tanta historia, pueda cambiar de propiedad. Me alegro de que mi padre no esté aquí para verlo, lo hubiese llevado mal. Pero bueno, si al final todos nos vamos con las manos vacías...¿porqué pues nos aferramos tanto a lo material?.

Es una pena que ni nuestro ayuntamiento , ni nuestras "Instituciones Navarras" la hayan querido regalada como nos hubiese gustado a la familia. Pero bueno, así son las cosas, "doctores tiene la Santa Madre Iglesia".

Y dicho todo esto, pasamos página y al tema que nos ocupa: ¿Por qué se llama "CASA DE LAS CADENAS"?.

Este es el resumen, sacado de un escrito de mi padre (Agustín Fernández Virto), de la historia:

Los dos médicos de cabecera franceses, que lo eran de María Luisa Gabriela de Saboya, habían desahuciado a ésta, diciendo que padecía "fiebres éticas" (tuberculosis).

Cuando Felipe V entró en Zaragoza en enero de 1711 en plena Guerra de Sucesión, los médicos zaragozanos aseguraron que la reina experimentaría gran mejoría siguiendo sus prescripciones, entre las que estaba el tomar leche de burra (que a la reina daba un asco tremendo), así como pasar una larga temporada en un lugar de clima bastante seco,  que acordaron que pudiera ser el de Corella en Navarra.

Retrato de Felipe V

Un buen día, cuando la princesa de los Ursinos penetraba en el dormitorio de la reina, como camarera mayor de ella que era, no podía dar crédito a lo que sus ojos veían, ya que la reina que habitualmente estaba postrada en su lecho, en esta ocasión, paseaba por la habitación.

En estas circunstancias , la princesa escribía a la corte de Versalles, diciendo: Ahora es cuando veo que inmediatamente vamos a Corella.

Efectivamente, el 14 de junio de 1711 llagaban a Corella después de un viaje de casi dos días (Zaragoza-Corella, 100Kms) debido al mal estado en el que se encontraba la reina.

Agustín de Sesma y Sierra era consuegro del conde de la Cadena, Bartolomé Flon y Morales, cuyo hijo José Antonio Flon y Zurbarán, estaba casado con María Isabel de Sesma y Escudero.

El conde tenía un hermano, Jacob de Fon, que era gentilhombre de boca y secretario del rey.

Por mediación de Jacob de Flon, Agustín de Sesma ofreció al rey su casa recién terminada para alojar a toda la familia real.

Así pues, Felipe V, Maria Luisa de Saboya y el principe de Asturias, efimeramente Luis I, ocuparon esa casa, mientras que los más allegados a la corte estuvieron en las casa más próximas y todos los grandes de España en las casas principales de la ciudad. De este modo Corella fue corte de España cuatro meses largos. La reina mejoró notablemente y se fue embarazada del Infante don Felipe.

Retrato de María Luisa de Saboya

La reina, por su parte al partir el 20 de octubre para Aranjuez, regaló a la esposa de Agustín de Sesma ¡, doña Josefa Escudero y Ruiz de Murillo, un hermoso aderezo de esmeraldas del s.XXVII y don Felipe concedió a la casa el uso de cadenas en las dos puertas principales, por célula real de 23 de febrero de 1712, cuyo tenor, en su parte fundamental, es como sigue:

"Por cuanto habiéndome aposentado la Reina y el Serenísimo príncipe don Luis, mi muy caro y amado hijo, el año próximo pasado en la casa propia, que vos, don Agustín de Sesma, vecino de la ciudad de Corella, del Reyno de Navarra, tenéis en ella; y atendiendo al mérito de vuestra persona y lustre de vuestra familia, y por memoria de mi real gratitud a vuestra atención, por resolución a consulta de mi Consejo de Cámara, he venido en cocederos licencia, como por la presente os la doy y concedo, para que por la presente, podáis poner y pongáis cadenas en las puertas principales de vuestra referida casa, y gozar de esta preeminencia; en cuya merced ha de ser mantenida y amparada y y los herederos y subcesores en ella..."

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