Hace ya mucho tiempo que no me despierto con el cántico de las alondras o el piar de los gorriones; es el arrullo de las palomas que pasean por mi tejado, el que marca el comienzo del nuevo día. Ahuyentadas de las iglesias con poder de ahuyentar, poco a poco, metro a metro, tejado a tejado, imparables, avanzan por tierra de nadie con total impunidad.
El sol
joven y fuerte
ha vencido a la luna
que se aleja impotente
del campo de batalla.
La luz vence tinieblas por campiñas lejanas,
el aire huele a pan nuevo,
el pueblo se despereza,
ha llegado la mañana.
(Nuevo día de Lole y Manuel)
Cuando me levanto con las primeras luces del día, subo a la terraza, respiro aire fresco y me quedo unos instantes para robarle al Moncayo un poco de la energía que parece desprender, suficiente para pasar el día y superar esas cosillas que aveces nos prepara.
Es entonces cuando observo el trajín por los tejados. Es entonces cuando percibo los imparables ejércitos de palomas, invadiendo cubiertas, balcones o terrazas que, tras una paciente y larga espera de días o quizás semanas, han podido constatar como abandonados o poco frecuentados.
Pacientes, constantes, numerosas, y seguras de sí mismas y de su seguro éxito, observan orgullosas cada mañana cómo van ganando la batalla aquí en Corella; "ellas son las que mandan", sabedoras de que se enfrentan a un enemigo débil, numeroso pero desunido, potente pero desordenado, apático y despistado,........."muy despistado". Al igual que algunos delincuentes, saben muy bien que tanto que tanto protocolo y tanta indecisión les beneficia.
Como en el Chicago de los años veinte, se disputan su territorio con cigüeñas y otros depredadores del patrimonio urbano de los humanos, llegando a un perfecto entendimiento en el que se reparten el pastel de nuestros tejados contando con la colaboración de organismos pseudo-oficiales y pseudo-ecologistas con quienes los políticos tienen demasiados miramientos por miedo al qué dirán, sin preocuparles demasiado qué piensa el paciente ciudadano que estóicamente soporta que se le caguen encima de forma figurativa y real.
¿Cuánto tenemos que aguantar?
¡Quosque tanden abutere, Catilina, patientia nostra!
Vale, las cigüeñas están protegidas.
Vale, las palomas están protegidas.
¿Y nosotros?
Para los humanos, "la libertad del individuo acaba donde empieza la libertad de los demás".
Quizás os parezca que estoy exagerando, pero os voy a contar dos historias:
1ª Historia.
Hace ya unos años, para evitar el progresivo deterioro de la casa en la que vivían mis padres y en la que yo nací, solicitamos al M.I. licencia para colocar una malla en los arcos de la planta superior de este edificio protegido, ejemplo del barroco aragonés de la zona de la ribera. Finalidad: evitar el anidamiento de palomas, lechuzas, golondrinas,.... que estaban invadiendo la galería que domina sobre nuestra Plaza de los Fueros, llenando todo de "m" y devorando todo el bajo-cubierta. Se concedió la licencia y se colocó la malla.
Pasaron unos días y tomando un café en el crucero me comentan que hay una lechuza que se acerca todas las noches a la malla. Subimos a la galería y comprobamos que había quedado escondido un polluelo de lechuza que no habíamos visto cuando se procedió al cierre de los arcos. Avisamos al ayuntamiento con todas nuestras buenas intenciones y nos mandan "al experto". Llegamos y nos encontramos con el polluelo muerto. Nos dio mucha pena, pero la pena se convirtió en rabia cuando "el experto" nos advirtió de que nos podía denunciar por cerrar la galería en época de crías. Menos mal que no se por qué, se me había ocurrido pedir licencia para semejante obrón: "poner una malla".
Yo le dije al experto: no se si sabrá usted, pero esta casa, aunque le parezca mentira, también está protegida.
2ª Historia.
Hace unas semanas comenzamos en la calle Donantes de sangre la obra de una vivienda. Dos solares antes hay una obra parada con con una enorme grúa que llega hasta nuestro terreno y que se podía aprovechar para no tener que montar otra invadiendo calle y con unos gastos muy superiores.
Cuando veo que están montando una grúa nueva le pregunto al constructor y me dice: la grúa grande ni tocarla, tiene tres nidos de cigüeña y es época de crías.
Y NOSOTROS......¿NOS HEMOS RENDIDO?
Sirva el presente artículo para hacernos pensar a todos un poco sobre el tema, iniciar debate y si es posible poner sobre la mesa alguna solución. No obstante también hay palomas de la PAZ, sólo tenemos que saber buscarlas y
...........................................................ENCONTRARLAS.
QUE SEÁIS FELICES
Entiendo que es molesta la convivencia con algunas especies, pero con un poco de "vista" creo que podremos solucionarlo al menos parcialmente.
ResponderEliminarVarias cosas.
Las palomas no están protegidas, de hecho están más protegidos los gorriones como tal, ya que no son cinegéticos y las palomas sí, solo que no se pueden cazar en cualquier momento del año ni dentro del casco urbano con armas de fuego.
En el mercado hay cientos de productos y herramientas para evitar que se posen las palomas, estaría bien que la administración ayudara a los ciudadanos a colocarlos.
Las cigüeñas si están protegidas, así que las actuaciones sobre sus nidos habrá que hacerlas fuera del periodo de cría. Si prevees que vas a retirar una grúa, hazlo de Agosto-Septiembre a Diciembre-Enero y no tendrás ningún problema con nadie.
El problema es que hay grúas que llevan 6 o más años paradas (poniendo en peligro a los ciudadanos) y las cigüeñas acaban ocupándolas (se lo ponemos "a huevo")
Hace 10 años había más de 50 nidos entre San Miguel y el Rosario, hoy en día no hay ninguno. Ahora hay más de 50 nidos en el río Alhama y son un recurso turístico que deberíamos aprovechar para la localidad. Con un poco de cabeza se solucionan las cosas ¿no?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRespecto a la historia 1
ResponderEliminarAclaremos:
El Ayuntamiento tiene una competencia parcial en urbanismo.
El Gobierno de Navarra tiene la competencia en Medio Ambiente.
En aquellos años efectivamente el Ayuntamiento de Corella tenía un "experto" en Medio Ambiente. Este "experto" cuando recibió una llamada fue hasta el edificio protegido y se encontró un pollo de lechuza muerto de inanición que había sufrido durante varios días, mientras sus padres habían intentado darle de comer al otro lado de la malla que habían colocado en pleno periodo de cría.
El "experto" no dijo que os podían denunciar por cerrar la galería en periodo de cría, dijo que os podían denunciar por matar una especie protegida y que esto se podría haber evitado si hubieran cerrado la galería cuando no están estas especies criando, volvemos a lo mismo, con un poco de vista las cosas se pueden solucionar.
Firmado "El experto"